Todo es energía. Todo es información, todo es vibración.
Pues pensar que nuestra manifestación en este universo pase simplemente a través de lo que podemos tocar físicamente es semplicistico. Con las palabras los políticos mueven naciones, con una mirada nos enamoramos, con el pensamiento podemos crear una realidad buena o mala para nosotros y los demás.
El sistema holisitco que pasa a través de las teorías energéticas ha construido un esquema de lo que pueden ser los diferente “cuerpos” que el ser humano posee. Hablando de “cuerpos” nos referimos a las manifestaciones en diferentes niveles de la realidad de una persona.
Hay diferentes teorías atrás de este concepto. Autores que ven un numero o otro di estas manifestaciones de la persona en esta realidad. Todos están bastante de acuerdo de llamarlos “cuerpos sutiles” para tener en la misma definición la sensación de “poder de interactuar” que está en la palabra “cuerpo” y la idea que existimos en niveles diferentes de energía que son impalpables.
Ejemplos de estos campos son el campos de los pensamientos, o de las emociones, el cuerpo aurico, el morfogenetico y muchos otros que en este sistema teórico ocupan las diferentes radiaciones que produce el cuerpo humano. Ondas radio, gama, ultravioleta, luz visible etc...
La producción de estos campos esta científicamente probada porque en pequeñas cantidades producimos todos estos tipos de vibraciones diferentes. El acuerdo sobre cual de esta vibración corresponde con cual “cuerpo sutil” no es unánime, pero por lo que nos importa, simplemente podemos decir esto: si nuestro cuerpo es energía, y está afectado por todas estas energías (y eso lo  vemos en los efectos que grabamos en la medicina tradicional a través de unas de estas radiaciones) no podemos excluir el hecho que estas radiaciones que producimos pueden afectar nuestro alrededor.