Un ejemplo. La lluvia es lluvia, pero como nuestra capacidad de percibirla no es racional sino emocional, la lluvia que experimentaré yo será una lluvia diferente de la lluvia que percibirá la persona a mi lado.
Muchas personas no consideran “ lluvia” por ejemplo la llovizna, y en su cerebro actuaran y pensaran como si estuviera lloviendo solo en el momento en el que llueve muy fuerte.
Pues en la misma lluvia yo podría tomar un paraguas, y otro podría ir con pantalones cortos.
Sin hablar que como la lluvia no baja en la misma cantidad en cada metro cuadro, la lluvia que experimentaré yo es diferente de la lluvia que experimentará la persona a un metro de distancia.
Eso no significa que la lluvia no existe, simplemente cada cosa tiene mucho sentidos y significados.
Dejaré a los físicos cuánticos hablar de estados cuánticos, relatividad, probabilidades, experimentos de fotones con doble naturaleza ola/articula, o el gato de schroendinger porque seria superficial y incompleto por mi parte con mi (in)competencia fisica presentar estas teorías al publico.
Yo simplemente diré que el estudio de la física cuántica da una nueva perspectiva a los acontecimientos del mundo.
Cada evento existe porque hay un observador que lo percibe.
Pero si un evento existe en una manera definida solo cuando una persona lo percibe, podemos decir que la persona co-crea el evento.
Como el foton es al mismo tiempo ola y partícula, el observador no solo observa, pero co-construye la realidad.
Y si podemos co-construir la realidad, parece bastante claro que las limitaciones que muchas veces nos ponemos son menos “reales” de lo que podemos imaginar, pues mas fáciles para solucionar.
Y al mismo tiempo soluciones que parecen pequeñas y sin mucha importancia pueden ser la llave de un cambio más grande.
Una vez que decidimos de adoptar una visión cuántica del mundo, notamos que lo que pensábamos ser “cierto” y ya definido, al contrario es solo una nube probabilista que toma forma en el momento en el que un observador experimenta la realidad.
Al mismo tiempo podemos notar que hay esquemas que parecen repetirse en cada cosa. Formas geométricas que se encuentran en la química, en el arte, en las relacione personales. Y al mismo tiempo hay símbolos que nos llaman el atención, números “mágicos” para muchas poblaciones y culturas, imágenes prototipos que han atravesado el tiempo y acomunado culturas a las antípodas del mundo.
Hay esquemas que están escritos en nuestro inconsciente y eso porque nuestra manera de pensar  está conectada con un sistema genético similar a toda nuestra especie, a órganos de una forma y función especificas, y cerebros con mismas estructuras.
A nivel psicológico eso significa que incluso nuestra acciones son repeticiones de esquemas que podemos reconocer en nuestro pasado y nuestros pensamientos. Salen por una manera de experimentar el mundo que tomamos por nuestra predisposición genética, mas las experiencias de nuestro pasado (sobre todo las mas infantiles porque tenemos menos defensas para filtrarlas), por la cultura en el que hemos crecido, por la temporada histórica etc...
Y si pudiéramos regresar a cuando hemos creado este esquema que como pequeña “instrucción” de funcionamiento hemos insertado como textura de nuestra vida, podríamos cambiarla.
Eso es posible solo reconociendo que el universo funciona como un fractàl, o sea que la imagen que vemos de nuestra vida está compuesta por la misma imagen repetida en formato mas pequeño como los famosos dibujos con este nombre.
No es que ahora tomando nuestra  imagen y mirandola por  un microscopio vamos a ver tantos pequeños “nosotros” que nos construyen tomandose por el brazo.
Pero podemos ver que por ejemplo nuestro cuerpo está compuesto de células que comunican entre ellos a diferentes niveles, y nosotros como personas podemos ser contenidos en un organismo social que a su vez construye parte de un organismo más grande etc etc...